Aceptar o repudiar una herencia
En el momento del fallecimiento de un familiar, empiezan las preguntas entorno a la herencia del mismo: ¿Debo aceptar la herencia? ¿La herencia de dicha persona es perjudicial o beneficiosa para mi? Las respuestas a estas preguntas son importantes si el fallecido deja deudas en su herencia, ya que los herederos deberán aceptar o repudiar el total de la herencia, no solamente una parte.
El Código Civil establece que quienes heredan lo harán de forma libre y voluntaria y de forma completa, “no podrá hacerse en parte, a plazo, ni condicionalmente”. Sin embargo, hay ocasiones en los que los herederos no pueden asumir la carga que supone la deuda. Ante esta situación, hay diferentes posibilidades a la hora de asumir una herencia con deudas.
Asumir la deuda
En primer lugar, los herederos pueden asumir la deuda del fallecido en su totalidad y aceptar la herencia. Al hacerlo, se convierte en el responsable de la deuda que esa persona ha dejado antes de morir. Cabe destacar que hay dos tipos de aceptación de herencia:
- Pura y simple: En este caso se aceptan los bienes y deudas de la herencia y el heredero responde con su patrimonio de las deudas hereditarias, si las hubiera.
- A beneficio de inventario: En este caso se aceptan los bienes y deudas de la herencia, pero el heredero sólo responde de las deudas con el patrimonio heredado. Es decir, si el pasivo es superior al activo, el heredero pagará con el activo y no tendrá que hacerse cargo del resto de deudas que queden pendientes con sus propios bienes.
En cuanto a las deudas con la Administración Pública, los herederos que acepten la herencia asumirán la figura tributaria de la persona física fallecida. Sin embargo, de acuerdo a la Ley General Tributaria, las deudas se transmitirán a los sucesores, pero en ningún caso las sanciones por demora u otras cuestiones.
Repudiar la herencia
Si la deuda que los herederos deben asumir es mayor a los bienes y derechos que van a recibir, la mejor opción es repudiar la herencia. Como consecuencia de ello, el usuario está exento también de pagar cualquier impuesto.
Cualquiera de las dos opciones anteriores, tanto si se acepta la herencia como si se repudia, serán irrevocables y no podrán ser impugnadas.
Arnal, su bufete jurídico de confianza
Cabe destacar que, aunque la aceptación y la renuncia simples no conllevan mayores complicaciones, es recomendable contar con asesoramiento especializado. En Arnal, llevamos más de 40 años asesorando a nuestros clientes para que tomen la mejor solución frente a sus problemas o cuestiones relevantes.
